Acceso más accesible y legal a la marihuana medicinal (pros y contras)
- FELONS UNCHAINED INC
- 11 oct 2023
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La comunidad cannábica está bastante dividida en cuanto a la cuestión de su reprogramación. En 1970, bajo la Ley de Sustancias Controladas (CSA), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) clasificó la marihuana como una sustancia de la Lista I, lo que efectivamente restringió la investigación sobre sus posibles propiedades medicinales.
La Clasificación de las Drogas varía desde la Lista I (alto riesgo de abuso y adicción) hasta la Lista V (bajo potencial de abuso y adicción).
A partir de septiembre de 2023, la marihuana se clasifica como una droga de Lista I. Esta clasificación significa que las drogas no tienen un uso médico actualmente aceptado y no se considera seguro usarlas incluso bajo supervisión médica. Tienen un alto potencial de abuso y dependencia.
Un ex alto funcionario de la FDA cree que lo más probable es que la marihuana sea reubicada en la Lista III de la CSA tras una revisión administrativa en curso ordenada por el presidente Biden el año pasado. El funcionario dijo que la FDA está al tanto de factores políticos como las elecciones de 2024, por lo que un cambio en la política podría producirse antes que después.
Lo que puede afectar al resultado es el ciclo electoral que se avecina en 2024.
Si el gobierno de los EE. UU. aprueba la reprogramación (como el Departamento de Salud y Servicios Humanos [HHS] ha recomendado formalmente), el cambio podría tener profundas implicaciones para todo tipo de cuestiones relacionadas con el cannabis, desde la investigación hasta los impuestos empresariales y las normas postales del Servicio Postal de los EE. UU. (USPS). Además, con una mayor aceptación como tratamiento médico, las empresas de la industria del cannabis podrían experimentar un impulso significativo en su rentabilidad.
La decisión de reubicar la marihuana reside en última instancia en la Administración de Control de Drogas (DEA), lo que podría llevar meses completar su evaluación.
La organización sin fines de lucro Proyecto de Cannabis para Veteranos ha estado presionando durante mucho tiempo para que los veteranos tengan un acceso más amplio a la marihuana para tratar el trastorno de estrés postraumático, la depresión y el dolor crónico. Su fundador dijo que la recomendación del HHS de flexibilizar las restricciones ofrece esperanzas de que el gobierno federal señalará que la marihuana tiene valor médico.
Múltiples solicitudes para reprogramar la marihuana en el pasado han fracasado. En 2016, bajo la administración de Obama, la Administración de Control de Drogas (DEA) rechazó una solicitud de dos gobernadores demócratas para cambiar la clasificación, argumentando que la marihuana tenía un alto potencial de abuso, no tenía uso médico aceptado en los Estados Unidos y carecía de un nivel aceptable de seguridad para su uso incluso bajo supervisión médica.
Veintitrés estados y el Distrito de Columbia han legalizado la marihuana recreativa, y su uso medicinal es legal en 38 estados. Los propietarios de dispensarios en todo el país afirman que la reprogramación beneficiará a la industria, ya que el dinero de los impuestos se reinvertirá en más empleos, más proyectos de construcción, más investigación y desarrollo de productos. El presidente de la Asociación de Cannabis de Virginia, un grupo comercial que representa a cultivadores y dispensarios de marihuana en el estado, dijo que el impacto financiero de la reubicación de la droga, especialmente para las pequeñas empresas, será profundo.
Para las empresas que cultivan y venden marihuana, la reprogramación tendría importantes implicaciones fiscales. Según el código 280E del IRS, las empresas que venden marihuana pagan impuestos sobre los ingresos brutos y no se les permite deducir gastos comerciales.
Los estadounidenses no quieren que la marihuana sea tratada como la heroína, como ocurre actualmente, pero tampoco quieren que se la trate como una sustancia de la Lista III, como la ketamina, que solo es legal poseer con receta médica. Algunos afirman que la reprogramación continuará perpetuando un sistema que afecta de manera desproporcionada a las comunidades minoritarias, dejando sin cumplir la promesa de justicia social de la reforma del cannabis.
Otros creen que la reprogramación entregará la industria a las grandes farmacéuticas. La industria actual será eventualmente reemplazada por la industria farmacéutica, ya que la reforma de la marihuana a menudo es bloqueada por las grandes farmacéuticas porque quieren la oportunidad de controlarla.
Hace treinta y cinco años, el 6 de septiembre de 1998, la jueza jefe de la DEA, Frances Young, después de celebrar audiencias, dictaminó: "La marihuana, en su forma natural, es una de las sustancias terapéuticas más seguras conocidas por el hombre. Por cualquier medida de análisis racional, la marihuana puede usarse de manera segura dentro de una rutina supervisada de atención médica. Sería irrazonable, arbitrario y caprichoso que la DEA continúe interponiéndose entre esos pacientes y los beneficios de esta sustancia, considerando las pruebas en este expediente".
En conclusión, el debate sobre la reprogramación de la marihuana está lejos de estar resuelto. Como hemos explorado, existen argumentos convincentes en ambos lados, y la decisión conlleva importantes implicaciones para diversos sectores, desde la salud hasta la economía. La clasificación futura de la marihuana bajo la Ley de Sustancias Controladas (CSA) sigue siendo incierta, con la Administración de Control de Drogas (DEA) encargada de evaluar el asunto.
Mientras algunos argumentan que la reprogramación podría abrir puertas a la investigación ampliada, el crecimiento económico y un mayor acceso al tratamiento, otros plantean preocupaciones sobre la posible influencia de las grandes farmacéuticas y la perpetuación de las desigualdades. La decisión, cuando llegue, debe tomarse con una cuidadosa consideración del bienestar individual y la prevención de monopolios.
A medida que este debate en curso se desarrolla, es crucial que todos los interesados se mantengan informados y comprometidos. Las decisiones que se tomen tendrán efectos duraderos en la vida de innumerables individuos, en la industria del cannabis y en la trayectoria de la reforma de la marihuana. Ya sea que usted defienda la reprogramación o se oponga a ella, una cosa está clara: el camino a seguir debe estar guiado por una toma de decisiones reflexiva y basada en evidencia que priorice los intereses tanto del público como de la industria.
La reprogramación de la marihuana es una cuestión compleja, y la decisión final requerirá un delicado equilibrio entre la ciencia, la economía y la justicia social. Mientras continuamos por este camino, mantengámonos vigilantes, informados y comprometidos en fomentar una sociedad en la que la marihuana se maneje de una manera que beneficie a todos.

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